viernes, 27 de diciembre de 2013

Cuentos de Navidad V: Olalla, de R.L. Stevenson.

Cada día del maratón intento cambiar de subgénero, de estilo, de ritmo, de autores, de lugares del mundo, de tiempo,... El de hoy va a un subgénero y autor novedoso para mí. Un cuento gótico, que era lo que menos me apetecía leer, que ha resultado ser una delicia.


"Olalla es el relato sobre un amor imposible en un escenario natural de fuertes tonos románticos. El caserón señorial de Olalla está engastado en otro tiempo, en la historia de un linaje clausurado dentro del que ella es sólo un último momento milagroso de lucidez. La muchacha siente los celos de propia mirada, su pelo y sus manos, y hasta de su propia alma, cada parte y tiempo de su vida ya vividos y pertenecientes sin remisión al ciclo cerrado de la historia de su gente. Así, el pasado rebosa su cuerpo y se adueña de sus sentidos, como si los muertos se resistieran a irse de su sangre. "Hablamos del alma, pero el alma está en la estirpe", dice Olalla, que no puede entregar en el amor un alma desasida de su propia conciencia. Una naturaleza brava y primitiva rodea el caserón, amenazado por el odio secular de los habitantes de la aldea que ocupa el valle y por una profecía de fuego y destrucción."


Ahora voy a ir citando frases de la última conversación que tuvieron Felipe y Olalla. La más importante, para que empecéis a peinar la historia cuanto antes. No desvelo nada importante.

"-Y sin embargo, tú has vivido en el mundo -dijo después de una pausa-. Tú eres un hombre sabio y yo no soy más que una niña ignorante; tan ignorante como los árboles del bosque. Perdóname si parece que intento darte lecciones, pero los que aprenden mucho no hacen más que quitar una pequeña capa de nata al conocimiento. Dominan las leyes pero ignoran el destino de las personas y el horror del hecho de vivir se les borra de la memoria: una vida tan mía como la que tengo en mi propio cuerpo."
"-¡Ah!-respondó ella, ¿qué puedo decirte? Hace ochocientos años, mis antepasados gobernaban esta provincia; eran sabios, poderosos, sagaces y crueles. El rey los llamaba sus primos. La gente, cuando le ponían la cuerda al cuello para ahorcarla o cuando volvían a sus chozas y las encontraban humeantes, maldecían sus nombres. Actualmente todo ha cambiado. El hombre se ha elevado, pero habiendo surgido de las bestias puede descender de nuevo al mismo nivel. El aliento del tedio sopló sobre su humanidad y sus fibras cedieron. Empezaron a decaer. Sus mentes se sumieron en un sueño, su pasión se despertó a ráfagas, temerario e insensible como el viento en los barrancos de las montañas. La belleza aún se transmitió, pero no el juicio que guía al corazón humano. La semilla siguió, estaba envuelta en carne y la carne cubría los huesos; pero eran huesos y carne de bestia y su inteligencia era la inteligencia de los mosquito. Te hablo como me atrevo a hacerlo ; pero tú has visto por tí mismo cómo la rueda ha girado hacia atrás en esta raza sentenciada a sucumbir. Estoy en lo alto de  una cumbre entre dos precipicios; el que he subido y el que estoy sentenciada a bajar ¿Voy a repetir el hechizo, yo que vivo aparte, en la casa de los muertos y mi cuerpo abominando de sus inclinaciones?  ¿Voy a atar a otro ser mal dispuesto como yo, a esta casa destrozada por las tempestades y embrujada por los sucesos del pasado, en la que yo tanto sufro?.."
Un cuento gótico;  lleno de romanticismo, misterio y terror. Sentimientos muy intensos propios para saborear en Navidad: fuertes arraigos católicos por parte de Olalla, unión familiar y amor eterno e incondicional.  Reconozco que he temblado por impresión y he muerto de cólera junto al amor que sienten y que probablemente no será consumado.



Amor y terror pueden ir de la mano ¿Os animáis? Olalla pertenece a un libro de relatos (Un regalo de Navidad, del mismo autor ) y junto a otro relato (Markheim). Seguramente me anime a leerlo estos días, pero no os olvidéis que el viernes siguiente es el último día de nuestro maratón navideño (penita). Me adelanto a deciros que ya he pensado en otro je je.

El enlace: http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca_digital/libros../S/Stevenson,%20Robert%20Louis%20-%20Olalla.pdf

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