El tesoro de Franchard, de Robert Louis Stevenson.

Me resultó extraño que R.L. Stevenson escribiera en claves de humor. Por eso mismo, me decidí a leerlo. Con una ironía magistral, nos presenta una historia divertida a la par que trascendental ¿Te quedas?

Género: Cuento. Humor e ironía.
Páginas: 125.

¿Me cuentas un poquito?

Verás, se muere el patrón de Jean-Marie, un niño huérfano que trabajaba en un circo y que ahora se ha quedado sólo. Deprez, el medico, pintoresco donde los haya, que lo atiende quiere adoptarlo ya que le ve cualidades para enseñarle todo lo que él ha aprendido incluyendo su amor por la filosofía, por la naturaleza, la vida y su rechazo al exceso. Éste pone a prueba al niño para tomarlo como hijo, pero lo que no saben es que un tesoro va a cambiar sus vidas.

Notas (sin spoilers).

Ya tuvimos la oportunidad de leer al autor en dos ocasiones: Marheim y Olalla. En ambos se perciben profundas señas de suspense y terror gótico; sobretodo en las descripciones de los paisajes y personajes. Y este, aunque tenga un aire cómico, no deja de tener esas raíces tan identificadoras de Stenvenson.

Una muestra de las risotadas que provoca:

" Calculamos nuestras vidas, realmente sin saber por qué, desde la fecha en que hacemos nuestra primera y triste aparición en sociedad, como si esta fuera la primera humillación, ya que ningún actor puede hacer su salida al escenario con menos gracia."

Es muy fino:

" Médico -solía decir- es una palabrota que no debe utilizarse delante de señoras porque implica enfermedad. Considero como una mancha en nuestra civilización no tener una adecuada aversión por las enfermedades. Ahora que, por lo que a mi se refiere, me lavo las manos. He renunciado a mi título; ya no soy médico. Sólo soy un adorador de la verdadera diosa: La Higiene."

Así, entre risas y reflexiones va hilando cual modisto de alta costura.



Valoración:  9-10    Muy bueno.



Te invita siempre a leer clásicos, 

Juliet J.