domingo, 9 de febrero de 2014

Carta de amor de Ludwing van Beethoven a su Amada Inmortal.


El género epistolar es el de mi preferencia, ya que requiere de ciertas habilidades para adaptar el argumento a una correspondencia o pensarlo de esa forma., logrando así resultados que dejan muy buen sabor; es muy interesante.
Algún que otro día, como hoy, os voy a hablar de cartas reales, que tuvieron un destinatario y fueron enviadas. En resumidas cuentas, que vamos a meter las narices en vidas ajenas, o al menos, eso me ha parecido en varios momentos; lo que me ha provocado más de un sonrojo je,je.
Y aquí os dejo con la carta de amor que le escribió Ludwing van Beethoven a su Amada Inmortal.


Buenos días el 7 de julio Aunque sigo en la cama, mis pensamientos van hacia ti, mi Amada Inmortal, primero alegremente, después tristemente, esperando saber si el destino nos escuchará o no. Yo sólo puedo vivir completamente contigo y si no, no quiero nada. Sí, estoy resuelto a vagar por ahí, lo más lejos de ti hasta que pueda volar a tus brazos y decir que estoy realmente en casa contigo, y pueda mandar mi alma arropada en ti a la tierra de los espíritus. Sí, desgraciadamente debe ser eso. ¿Serás más contenida y prudente desde que conoces mi fidelidad hacia ti? A ninguna más poseerá mi corazón, nunca, nunca. ¡Oh Dios! ¿Por qué tiene uno que ser separado de alguien a quien ama tanto?, y además mi vida es ahora una vida desgraciada. Tu amor me hace a la vez el más feliz y el más desgraciado de los hombres. A mi edad yo necesito una vida tranquila y estable, ¿puede existir eso en nuestra relación? Ángel mío, me acaban de decir que el coche correo va todos los días, debo cerrar la carta de una vez y así podrás recibirla ya. Cálmate, sólo a través de una consideración calmada de nuestra existencia podemos alcanzar nuestro propósito de vivir juntos. Cálmate, ámame, hoy, ayer, qué lágrimas anhelantes por ti, tú, tú, mi vida, mi todo, adiós. Continúa amándome, nunca juzgues mal el corazón fiel de tu amado. Siempre tuyo Siempre mía Siempre nuestros

Después de este deleite, me despido por breves momentos y os anuncio que es de mi intención publicar algunas cartas, más, de amor a lo largo de la historia.
Os deja un buen sabor de arte,
Juliet Jones.

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