Después de doce años de exilio voluntario, Natalia vuelve a casa; a una España en plena Transición. Llena de expectativas, recorre las calles y no hay nada especial. Visita a tía Patricia, Encarna, su hermano Lluís, su cuñada Silvia, su sobrino Márius y finalmente su padre, Joan, con quien entenderá que se fue porque se daba asco de ella misma y los que le rodeaban, a los que ama, pero que al final no encontró su tiempo de cerezas que tanto espera.
Montserrat utiliza a Natalia; una cuarentona que se marchó por miedo de la respuesta del padre a su aborto, para narrar todos los hechos que acontecían y los aspectos sociales más relevantes tras la muerte de Franco. Se centra en el papel de la mujer, del hombre y sus reuniones sociales, en la sexualidad, en el movimiento comunista por parte de jóvenes, en la espera de la entrada en Europa y en la cultura catalana.
Son doscientas cuarenta y cuatro páginas bien aprovechadas. Es un obra fácil de leer, pero con la que no hay ni que pestañear; cambia de narrador en el mismo párrafo, intercala diálogos con voces en primera persona, te encuentras con historias paralelas del mismo asunto y protagonista, pero en tiempos diferentes.Es fácil perder el hilo, pero si se sigue bien provoca un efecto muy bonito, y facilita la comprensión visual al lector de lo que quiere contar. Es una mujer inteligente y defensora del papel igualitario de la mujer en la sociedad, y se hace evidente al leer sus libros.
Mi idea era elaborar un análisis, porque esto da para mucho. Al menos, os pondría mil citas para reflejar puntos importantes y dar pie a la reflexión, pero no quiero hacer spoilers, porque los detesto. Es cierto que sin ellos quizás no hubiese leído algunos libros, así que lo dejo a vuestra elección.
¿Esperas tu tiempo de cerezas?
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